Alrededor del 3500 a.C., los sumerios abandonaron las montañas de Asia Central en busca de tierras fértiles y llegaron al sur de Mesopotamia.
Porque es una región con pocas precipitaciones, desde muy temprana edad los sumerios tuvieron que aprender a desviar y almacenar las aguas del Tigris y Éufrates, y con ello pudieron cultivar una gran cantidad y variedad de alimentos.
Con el tiempo, se formaron ciudades. Cada ciudad-estado estaba gobernada por un patési, que además de sumo sacerdote era el jefe político y militar.
Según las investigaciones, los sumerios fueron los inventores de la escritura. Escribían en tableros de arcilla, utilizando un lápiz de punta triangular que dejaba marcas en forma de cuña. Con esto, la escritura pasó a denominarse escritura cuneiforme.
Las ciudades sumerias siempre estaban en guerra entre sí porque querían extender su dominio. Esto facilitó la acción de los acadios, un pueblo de origen semítico que invadió la región y se estableció en el norte de Sumeria.