Historia antigua

Guardias de honor

Hay dos tipos de guardias de honor.

El primero sólo tuvo un papel efímero, con motivo de la visita del Emperador a una ciudad. La costumbre era formar allí una guardia de honor con los hijos de familias adineradas, equipados a sus expensas con uniformes más o menos extravagantes. Pero Napoleón también había pensado en constituir una tropa que iría al fuego.

En 1806, formó cinco compañías de gendarmes ordenados, equipándose a sus expensas para realizar tareas de guardia a su alrededor tanto en los palacios como en los campos. Pero la vieja guardia no veía con buenos ojos a estos afortunados intrusos y las empresas se disolvieron al final de la campaña polaca.

En 1813, el proyecto se reanudó con la creación de cuatro regimientos de guardias de honor, con el fin de atraer al ejército a 10.000 jóvenes de buenas familias. Pero las derrotas apenas inclinaron a la vocación militar a los jóvenes ricos, que fueron sustituidos por jóvenes sin riqueza, limitándose a aportar el dinero para el equipamiento.

Estos cuatro regimientos, asignados a la guardia, lucharon bien durante la campaña francesa, pero también se unieron muy gustosamente al apoyo de Luis XVIII, quien les abrió las filas de su guardia personal.


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