En 476, Skire Odoacro depuso al último emperador occidental, Rómulo Augústulo, y envió sus insignias a Constantinopla.
Para muchos historiadores, como André Piganiol en el siglo pasado, fue el "fin de Occidente". Creemos, por nuestra parte, que esta destrucción fue resultado de un lento proceso que se inició hacia el 378, con la decadencia del ejército y del poder, y que estuvo marcado por dos grandes acontecimientos:el cruce del Rin por los vándalos. y sus aliados en el 406, y la toma de Roma por los visigodos en el 410, que marcaron profundamente las mentalidades de la época. Cuando se traspasa la frontera y se toma la capital imperial, no queda nada que perder. En estas condiciones, el V e siglo fue una larga agonía.
El imperio en otras formas
Esta tesis es relativamente aislada, muchos historiadores actuales consideran que el Imperio Romano continuó su existencia y que simplemente cambió de forma.
Así, Jean-Marie Lassère, en su reciente libro África, cuasi Romaníes. 256 a.C. J.-C. - 711 d.C. anuncio, pospone esta desaparición al 711, año en el que los árabes completaron la conquista del Magreb. Sin embargo, estos autores consideran que toda una serie de acontecimientos marcan cambios aparentemente no decisivos.
Por lo tanto, el lector tendrá que elegir entre un final relativamente rápido (fin de IV e siglo-principios del V th siglo) y una ausencia de fin.