Goebbels era un hábil orador y propagandista, y utilizó su poder para difundir la ideología y la propaganda nazi por toda Alemania y más allá. Fue responsable de la creación de gran parte de la propaganda del régimen nazi, incluidos discursos, carteles, películas y noticieros. También desempeñó un papel clave en la organización y gestión de mítines y manifestaciones masivas que fueron una parte clave de la propaganda nazi.
Goebbels también era responsable de la censura y el control de los medios de comunicación alemanes, y utilizó este poder para suprimir cualquier voz u opinión disidente. También estableció la Cámara de Cultura del Reich, que controlaba todos los aspectos de la vida artística e intelectual en Alemania, y utilizó esta organización para promover el arte, la literatura y la música nazis.
Goebbels también fue una figura clave en la planificación y ejecución del Holocausto. Fue responsable de gran parte de la propaganda que deshumanizó a los judíos e hizo posible que los nazis llevaran a cabo su genocidio. También desempeñó un papel en la organización y gestión de los campos de concentración y exterminio.
Goebbels siguió siendo un fiel seguidor de Hitler hasta el final del régimen nazi, y se suicidó con su esposa y seis hijos en el Führerbunker de Berlín el 1 de mayo de 1945, el día después del suicidio de Hitler.
El legado de Goebbels es de propaganda, censura y odio, y se le considera una de las figuras más malvadas de la historia moderna.