- Agravios políticos y militares: Los visigodos estaban descontentos con el trato que les daba el Imperio Romano, sintiendo que no se les respetaba lo suficiente y que sus contribuciones militares no eran recompensadas adecuadamente.
-Diferencias religiosas: Los visigodos eran cristianos arrianos, mientras que el Imperio Romano era oficialmente católico. Esta diferencia religiosa provocó tensión y conflicto entre los dos grupos.
-Problemas económicos: El Imperio Romano atravesaba dificultades económicas en el siglo V y los visigodos sentían que no estaban obteniendo la parte que les correspondía de los recursos.
-Deseo de independencia: Los visigodos querían ser su propia nación independiente, libre del dominio romano.
Todos estos factores contribuyeron a la rebelión visigoda contra Roma en el siglo V.