El arte griego tuvo una profunda influencia en el arte romano, y una de las influencias más significativas fue el uso de la perspectiva y el claroscuro. La perspectiva es la técnica de crear la ilusión de profundidad en una obra de arte bidimensional, mientras que el claroscuro es el uso de luces y sombras para crear una sensación de volumen y realismo. Estas técnicas no se utilizaron ampliamente en el arte romano antes de la influencia del arte griego, y su introducción tuvo un impacto importante en el desarrollo del arte romano.