El legalismo es una filosofía política que enfatiza el estado de derecho como el principal medio de control social y político. Se basa en la creencia de que las leyes deben aplicarse estrictamente y que el poder del gobierno debe estar limitado por la ley. Esto suele entrar en conflicto con los intereses de los aristócratas y los reyes, quienes a menudo dependen de su propio poder para mantener su posición e influencia.