- Asesinatos en masa: El régimen de Amin llevó a cabo brutales asesinatos en masa de disidentes políticos, minorías étnicas y presuntos opositores. Las estimaciones del número de personas asesinadas oscilan entre 100.000 y 500.000.
- Ejecuciones sin Juicio: Amin a menudo ordenaba ejecuciones sin juicios ni debido proceso. Algunas de las víctimas más destacadas incluyeron líderes religiosos, políticos e intelectuales.
- Arrestos y detenciones arbitrarias: El régimen de Amin llevaba a cabo habitualmente arrestos y detenciones arbitrarias sin cargos. Muchos detenidos fueron sometidos a torturas, trabajos forzados y otras formas de malos tratos.
- Decadencia económica: Las políticas económicas de Amin provocaron una fuerte caída de la economía. La infraestructura del país fue descuidada, la inversión extranjera se agotó y la inflación se disparó.
- Represión política: El régimen de Amin reprimió todas las formas de disidencia política. Se prohibieron los partidos políticos, se censuró la prensa y se restringió gravemente la libertad de expresión.
- Persecución de grupos minoritarios: El régimen de Amin persiguió a ciertos grupos étnicos y religiosos, incluidos los pueblos acholi y langi. Fueron sometidos a asesinatos arbitrarios, desalojos forzosos y discriminación en la educación y el empleo.
- Exilio de los asiáticos :En 1972, Amin expulsó a aproximadamente 80.000 asiáticos de Uganda, la mayoría de los cuales eran de ascendencia india. Esto provocó una perturbación económica generalizada y debilitó aún más la economía del país.
- Aislamiento Internacional :El régimen de Amin enfrentó la condena internacional y el aislamiento por sus abusos contra los derechos humanos. Uganda fue expulsada de la Commonwealth británica y sometida a sanciones económicas por parte de la comunidad internacional.
El régimen de Amin fue finalmente derrocado en 1979 por una fuerza de invasión respaldada por Tanzania. Huyó a Libia y posteriormente a Arabia Saudita, donde vivió exiliado hasta su muerte en 2003.