John Knox fue un líder destacado de la Reforma escocesa, y él y sus seguidores rechazaron muchas de las prácticas y creencias de la Iglesia Católica Romana, incluida la confesión y los últimos ritos. Knox creía que estas prácticas no estaban basadas en las Escrituras y que conducían a una falsa sensación de seguridad. En cambio, enfatizó la importancia de la fe personal en Cristo y la necesidad de arrepentimiento y conversión.