Pérdida de poder político: Antes de la Guerra Civil, los propietarios de las plantaciones tenían un gran poder político en el Sur. Dominaron los gobiernos estatales y locales y controlaron el proceso electoral. La reconstrucción provocó cambios significativos en el panorama político, cuando los afroamericanos recién liberados obtuvieron el derecho a votar y participar en política. Los antiguos propietarios de plantaciones se vieron en gran medida excluidos del poder, ya que su influencia política disminuyó significativamente.
Dificultades económicas: La pérdida de tierra y de poder político tuvo un impacto devastador en el bienestar económico de los antiguos propietarios de plantaciones. Muchos se encontraron en dificultades financieras, incapaces de reconstruir sus plantaciones y generar el mismo nivel de ingresos que antes de la guerra. Las dificultades económicas que enfrentaron los antiguos propietarios de plantaciones erosionaron aún más su estatus e influencia en la sociedad del Sur.
Estigma social: La derrota de la Confederación y la abolición de la esclavitud dieron lugar a un cambio significativo en las actitudes sociales hacia los propietarios de las plantaciones. Se los consideraba cada vez más símbolos del antiguo orden y, a menudo, sus antiguos pares los condenaban al ostracismo. El estigma social asociado a los antiguos propietarios de plantaciones los marginó aún más y contribuyó a disminuir su estatus.
Dinámicas de poder cambiantes: La era de la Reconstrucción marcó un cambio fundamental en la dinámica de poder en el Sur. Los antiguos propietarios de plantaciones ya no eran la fuerza dominante en la sociedad. En cambio, los afroamericanos y los sureños blancos que eran leales a la Unión ganaron poder e influencia. Este cambio socavó el orden social tradicional y desafió los privilegios y prerrogativas de los antiguos propietarios de plantaciones.