* Tributación sin representación: Los colonos estaban enojados por el hecho de que el gobierno británico les cobraba impuestos sin tener voz y voto en cómo se gastaban esos impuestos. Sintieron que esto era una violación de sus derechos como ciudadanos británicos.
* Control sobre el comercio: El gobierno británico impuso una serie de restricciones al comercio con las colonias, lo que impidió a los colonos comerciar libremente con otros países. Esto dificultó que las colonias hicieran crecer sus economías y prosperaran.
* Falta de autogobierno: Los colonos querían tener más control sobre sus propios asuntos y les molestaba el hecho de que el gobierno británico estuviera tomando todas las decisiones por ellos. Querían poder elegir a sus propios representantes y elaborar sus propias leyes.
* Libertad religiosa: Algunos de los colonos también estaban molestos por las políticas religiosas del gobierno británico, que favorecían a la Iglesia de Inglaterra sobre otros grupos religiosos. Querían poder adorar libremente sin temor a persecución.
Éstas fueron sólo algunas de las razones por las que los colonos se pronunciaron en contra del dominio británico. Con el tiempo, estos agravios llevaron a la Revolución Americana, que resultó en que las colonias se independizaran de Gran Bretaña y formaran los Estados Unidos de América.