1. Estilos modestos:
Los peregrinos solían adoptar peinados sencillos y modestos para demostrar devoción y humildad durante sus viajes. Por lo general, tanto hombres como mujeres mantenían su cabello cuidadosamente recogido o cubierto.
2. Peinados cortos:
Algunos peregrinos, especialmente aquellos que se preparan para viajes rigurosos o de larga distancia, pueden optar por peinados cortos por razones prácticas. Esto permitió un mantenimiento e higiene más sencillos durante los viajes.
3. Cubrir el cabello:
Era costumbre que las mujeres, especialmente las casadas, se cubrieran el cabello en público, incluso durante la peregrinación. Se utilizaban velos o pañuelos para la cabeza como señal de modestia y respeto.
4. Barbas y Tonduras:
Para los hombres, los estilos de vello facial pueden tener significados religiosos o simbólicos. Los monjes, sacerdotes y otros clérigos a menudo adoptaban tonsuras específicas (patrones de cabello afeitado en la cabeza) que representaban sus votos y compromisos religiosos.
5. Adorno de concha de vieira:
Los peregrinos que viajaban a destinos populares como el santuario de Santiago en Santiago de Compostela a menudo adornaban sus sombreros, ropa o peinados con conchas de vieira. La concha se convirtió en un símbolo de su peregrinación y podía coserse a sus prendas o llevarse como recuerdo.
6. Trenzas y moños simples:
Para las mujeres, los peinados como trenzas, moños o cabellos bien recogidos eran comunes durante las peregrinaciones. Estos estilos mantenían el cabello seguro y ordenado, lo que permitía a los peregrinos concentrarse en su viaje sin complejos arreglos capilares.
7. Influencia de las Órdenes Religiosas:
Los peregrinos que viajaban como miembros de órdenes religiosas podían seguir pautas específicas para el cabello y la apariencia prescritas por sus reglas monásticas. Estas reglas aseguraron la uniformidad y la adherencia a los valores de la comunidad.
8. Factores socioeconómicos:
Los estilos de peluquería también reflejaban distinciones sociales. Los peregrinos de entornos socioeconómicos más bajos pueden tener opciones limitadas de tratamientos o accesorios para el cabello elaborados en comparación con los de entornos más ricos.
Si bien no existía una forma única y uniforme en que los peregrinos llevaban el cabello, generalmente se preferían peinados modestos y prácticos para reflejar el significado espiritual y el propósito del viaje.