El término "conquista por la cuna" se utiliza a menudo en el contexto de debates sobre demografía y geopolítica, particularmente en los casos en que existen disparidades significativas en las tasas de fertilidad entre diferentes grupos étnicos o religiosos dentro de un país o región. Sugiere que un grupo puede potencialmente ganar influencia política, económica o cultural simplemente teniendo una población más grande.
Los críticos del concepto de conquista por la cuna argumentan que simplifica excesivamente dinámicas geopolíticas complejas e ignora otros factores que contribuyen al cambio social y a los desequilibrios de poder. Enfatizan que el crecimiento demográfico por sí solo no garantiza el dominio o el éxito, ya que existen numerosos ejemplos históricos en los que poblaciones más pequeñas han logrado logros significativos o han influido en sociedades grandes a través de su cultura, innovación o alianzas estratégicas.