Darío dividió el imperio en 20 provincias, cada una gobernada por un sátrapa (gobernador) responsable de mantener el orden, la justicia y la recaudación de impuestos.
Red de Caminos Real :
Estableció una extensa red de caminos, conocida como Camino Real, que facilitó la comunicación, el comercio y los viajes por todo el imperio.
Sistema de comunicación :
Darius introdujo una escritura estandarizada, el arameo, que permitió una comunicación eficiente entre diferentes regiones.
Autoridad Centralizada :
Estableció un gobierno central fuerte con un consejo de asesores para ayudarlo en la toma de decisiones y garantizar la unidad.
Burocracia eficiente :
Darius desarrolló una burocracia bien organizada para manejar diversas tareas administrativas, como el mantenimiento de registros, la recaudación de impuestos y la administración de justicia.
Tributos e Impuestos :
Las regiones conquistadas pagaban tributo al rey persa, contribuyendo a la riqueza del imperio. Darius implementó un sistema tributario justo para generar ingresos para el estado.
Organización militar :
Darío reorganizó y fortaleció el ejército, creando un ejército formidable con unidades especializadas, incluidos los Inmortales, una guardia real de élite.
Tolerancia religiosa :
Darío respetó y toleró las prácticas religiosas de los pueblos conquistados, promoviendo la armonía religiosa dentro del imperio.