1. Tecnología militar superior: Los españoles estaban equipados con tecnología militar avanzada, incluidas armas de fuego, cañones y armas de acero, lo que les dio una ventaja significativa sobre los aztecas y los incas.
2. Divisiones políticas: Tanto los aztecas como los incas enfrentaban divisiones y conflictos políticos internos, que debilitaron su capacidad para resistir la invasión española.
3. Enfermedad: Los españoles trajeron consigo enfermedades, como la viruela y el sarampión, contra las que las poblaciones indígenas no tenían inmunidad. Estas enfermedades diezmaron a las poblaciones nativas y debilitaron aún más su resistencia a los españoles.
4. Alianzas: Los españoles pudieron formar alianzas con algunos grupos nativos que estaban descontentos con el dominio azteca o inca, lo que fortaleció aún más su posición.
5. Liderazgo y estrategia: Los españoles estaban dirigidos por líderes militares capaces y experimentados, como Hernán Cortés y Francisco Pizarro, quienes pudieron desarrollar estrategias efectivas para derrotar a los aztecas y a los incas.
6. Diferencias culturales: Los españoles pudieron aprovechar las diferencias culturales entre aztecas e incas para socavar su resistencia. Por ejemplo, los españoles utilizaron su conocimiento de la teología cristiana para convencer a algunos líderes nativos de que el dios español era más poderoso que sus propios dioses.
Es importante señalar que la conquista de los imperios azteca e inca fue un proceso complejo y multifacético, y los factores enumerados anteriormente no son exhaustivos. La conquista tuvo un profundo impacto en las poblaciones indígenas de América y moldeó el curso de la historia en la región.