Aquí hay algunas razones por las que es difícil establecer la existencia del Rey Arturo:
1. Fuentes literarias: Las principales fuentes de información sobre el Rey Arturo son obras literarias, como "Historia Regum Britanniae" (Historia de los reyes de Gran Bretaña) de Geoffrey de Monmouth y los diversos romances artúricos. Estas obras son principalmente de naturaleza ficticia o mitológica y, a menudo, combinan elementos históricos con folclore.
2. Falta de evidencia contemporánea: No existe documentación histórica contemporánea clara que mencione explícitamente al rey Arturo o su legendaria corte. Si bien algunas fuentes de los siglos VI y VII mencionan a un líder militar llamado Arturo, no está claro si se refieren a la misma figura representada en la literatura medieval posterior.
3. Evidencia arqueológica ambigua: Si bien existen sitios arqueológicos y artefactos asociados con leyendas artúricas, como el castillo de Tintagel en Cornualles y la legendaria espada Excalibur, estas conexiones se basan en gran medida en interpretaciones folclóricas y culturales más que en evidencia histórica sólida.
4. Diferentes interpretaciones: Las historias del Rey Arturo han sufrido numerosas adaptaciones, interpretaciones y recuentos a lo largo de los siglos. Esto dificulta separar los hechos históricos de los elementos ficticios, ya que varios autores y narradores han contribuido a la evolución de la leyenda artúrica.
Es esencial distinguir entre el Rey Arturo como figura histórica y el significado simbólico o mítico que tiene. Si bien su existencia como persona real sigue sin verificarse, la leyenda del Rey Arturo ha dejado una huella duradera en la literatura, la cultura y el imaginario colectivo, inspirando innumerables obras de arte, literatura y exploración histórica.