Tanto la civilización maya como la olmeca florecieron en Mesoamérica, una región que abarca lo que hoy es México y Centroamérica. Formaban parte del rico y diverso tapiz cultural de la región.
2. Civilizaciones avanzadas:
Tanto los mayas como los olmecas desarrollaron civilizaciones complejas y avanzadas, caracterizadas por una arquitectura impresionante, un arte intrincado y sistemas sociales y políticos sofisticados.
3. Esculturas y arte en piedra:
Las culturas olmeca y maya produjeron notables esculturas y arte en piedra. Los olmecas son famosos por sus colosales cabezas de piedra, mientras que los mayas crearon intrincadas estelas, dinteles, esculturas y murales que representan a sus gobernantes, deidades y escenas ceremoniales.
4. Creencias religiosas:
Los mayas y los olmecas compartían ciertas creencias y prácticas religiosas, como el culto a múltiples dioses, la importancia de los rituales y ceremonias y la veneración de la naturaleza.
5. Escritura jeroglífica:
Tanto los mayas como los olmecas tenían sistemas de escritura jeroglífica, aunque eran distintos en estilo y complejidad. Los mayas tenían un sistema de escritura muy desarrollado, mientras que la escritura olmeca aún no está completamente descifrada.
6. Calendario y Astronomía:
Los mayas y los olmecas tenían un gran interés por la astronomía y desarrollaron complejos sistemas calendáricos. Usaron estos calendarios para seguir el tiempo, predecir eventos celestiales y planificar ceremonias religiosas.
7. Centros Urbanos:
Los mayas y olmecas establecieron extensos centros urbanos, con pirámides, templos, palacios, plazas y otros espacios públicos. Estas ciudades eran centros de poder, religión y comercio.
8. Intercambio Comercial y Cultural:
Ambas civilizaciones participaron en redes comerciales a larga distancia e intercambios culturales con otras sociedades mesoamericanas, extendiendo su influencia y absorbiendo influencias externas en sus propias culturas.
9. Decadencia y legado:
La civilización olmeca decayó alrededor del 400 a. C., mientras que la civilización maya floreció durante varios siglos, alcanzando su apogeo durante el período Clásico (250-900 d. C.) antes de experimentar un período de declive. Sus legados continúan influyendo en las culturas contemporáneas y la investigación histórica en la región.