* El desarrollo del Parlamento como órgano representativo de la nobleza y el pueblo llano.
* El establecimiento de la Carta Magna, que limitaba el poder del rey y protegía los derechos de los individuos.
* El surgimiento del concepto de monarquía constitucional, en la que el poder del rey está limitado por la ley y la costumbre.
Estos cambios tuvieron un profundo impacto en el desarrollo del gobierno inglés y contribuyeron al eventual surgimiento del país como una democracia moderna.
Parlamento
Los orígenes del Parlamento se remontan al siglo XIII, cuando el rey Enrique III convocó a representantes de la nobleza y el clero para reunirse con él para discutir asuntos de estado. Estas reuniones fueron inicialmente informales, pero con el tiempo se volvieron más estructuradas y formalizadas. A finales del siglo XIII, el Parlamento se había convertido en un organismo bicameral, formado por la Cámara de los Lores (compuesta por la nobleza) y la Cámara de los Comunes (compuesta por representantes del pueblo común).
El parlamento jugó un papel cada vez más importante en el gobierno inglés a lo largo de los siglos XIII y XIV. Gradualmente ganó el poder de dictar leyes, imponer impuestos y aprobar o rechazar políticas reales. En el siglo XV, el Parlamento se había convertido en el órgano legislativo supremo de Inglaterra.
Carta Magna
La Carta Magna fue una carta emitida por el rey Juan de Inglaterra en 1215 en respuesta a las demandas de sus barones de mayores derechos y protecciones. La carta limitaba el poder del rey y establecía una serie de principios legales, incluido el derecho a un juicio justo, el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad de expresión.
La Carta Magna fue un paso importante en el desarrollo del derecho y el gobierno ingleses. Ayudó a establecer el principio de que el rey no estaba por encima de la ley y que todos los individuos tenían ciertos derechos básicos. La carta también ayudó a sentar las bases para el desarrollo de la monarquía constitucional en Inglaterra.
Monarquía Constitucional
El concepto de monarquía constitucional se desarrolló gradualmente a lo largo de los siglos XIII y XIV. Se basa en el principio de que el poder del rey está limitado por la ley y la costumbre. Esto significa que el rey no puede actuar arbitrariamente o sin el consentimiento del Parlamento.
La monarquía constitucional supuso un alejamiento importante de la visión tradicional de la realeza, que sostenía que el rey era un gobernante absoluto que no estaba sujeto a ninguna ley ni limitación. El desarrollo de la monarquía constitucional en Inglaterra ayudó a proteger los derechos de los individuos y garantizar que el gobierno fuera responsable ante el pueblo.
El conflicto entre reyes y nobles ingleses en el siglo XII fue un período crítico en el desarrollo del gobierno inglés. Los cambios que ocurrieron durante este tiempo sentaron las bases del moderno sistema democrático de gobierno que existe hoy en Inglaterra.