Esto dio a los comerciantes británicos el derecho a ser juzgados por la ley británica cuando estuvieran en China. Esto era importante porque significaba que los comerciantes británicos no estaban sujetos a la ley china, que podía ser dura e impredecible.
Cinco puertos del tratado
Entre ellos se encontraban Cantón, Xiamen, Fuzhou, Ningbo y Shanghai, que se abrieron al comercio exterior. Esto fue particularmente crucial ya que permitió a los comerciantes británicos comerciar directamente con China, en lugar de tener que recurrir a comerciantes chinos u otros intermediarios.
El comercio de culis:
El comercio de trabajadores chinos para trabajar en las colonias británicas. China se vio obligada, según los términos del acuerdo, a reconocer la validez del comercio de culis.
Estatus de nación más favorecida (NMF):
Esto significó que China tuvo que otorgar a otras potencias extranjeras los mismos privilegios comerciales que otorgaba a Gran Bretaña. Esto aseguró que los comerciantes británicos no estuvieran en desventaja en comparación con sus competidores de otros países.