El primer gran imperio de Mesopotamia fue el Imperio Acadio, fundado por Sargón de Acad en 2334 a.C. Los acadios conquistaron la mayor parte de Mesopotamia y su imperio duró más de 150 años. El Imperio acadio fue sucedido por varias entidades políticas más pequeñas, como la Tercera Dinastía de Ur y el Antiguo Imperio Babilónico.
El imperio más poderoso de la historia de Mesopotamia fue el Imperio Neoasirio, que gobernó gran parte del Cercano Oriente entre los siglos IX y VII a.C. Los asirios eran conocidos por su destreza militar y sus ejércitos eran temidos en toda la región. El Imperio Asirio fue finalmente derrocado por una coalición de babilonios y medos.
El último imperio que gobernó Mesopotamia fue el Imperio Aqueménida, fundado por Ciro el Grande en el año 550 a.C. El Imperio aqueménida fue uno de los imperios más grandes de la historia y su territorio incluía partes de tres continentes. El Imperio aqueménida finalmente fue conquistado por Alejandro Magno en el año 331 a.C.
El surgimiento de los imperios en Mesopotamia fue un proceso complejo que estuvo influenciado por una serie de factores, incluido el desarrollo de sistemas de riego, el surgimiento de una clase militar y administrativa y la necesidad de un control centralizado sobre grandes áreas de territorio.