Oportunidades laborales y movilidad económica: Los inmigrantes a menudo encontraban empleo en industrias mal pagadas y con uso intensivo de mano de obra, como la manufactura, la minería y la construcción. Sin embargo, con el tiempo, gradualmente obtuvieron acceso a empleos mejor remunerados y experimentaron una movilidad económica ascendente.
Urbanización y formación de enclaves étnicos: Muchos inmigrantes se establecieron en centros urbanos como Nueva York, Chicago y Boston. A menudo establecieron enclaves o barrios étnicos donde podían preservar sus tradiciones culturales y redes de apoyo.
Discriminación y prejuicios: A pesar de sus contribuciones a la sociedad estadounidense, los inmigrantes enfrentaron discriminación y prejuicios por parte de la población blanca dominante. Esto incluyó leyes de inmigración restrictivas, discriminación racial y violencia contra las comunidades de inmigrantes.
Nativismo y sentimiento antiinmigrante: En respuesta a la afluencia de inmigrantes, surgieron movimientos nativistas que promovían la idea de que los estadounidenses nativos eran superiores a los inmigrantes. El sentimiento antiinmigrante condujo a políticas de inmigración restrictivas, como la Ley de Exclusión China de 1882 y la Ley de Inmigración de 1924, que favorecieron a los inmigrantes del norte de Europa.