Segregación :Las personas con lepra a menudo eran segregadas del resto de la sociedad para evitar la propagación de la enfermedad. Esto se hizo a través de colonias de leprosos, que eran instituciones donde las personas con lepra podían vivir y recibir atención.
Aislamiento :Las personas con lepra también solían ser aisladas de sus familiares y amigos para evitar la propagación de la enfermedad. Esto se podía hacer mediante la cuarentena, donde las personas con lepra eran mantenidas en una habitación o edificio separado, o mediante el exilio, donde las personas con lepra eran obligadas a abandonar sus comunidades.
Medicamento :Había varios medicamentos que se usaban para tratar la lepra en la época medieval, pero ninguno de ellos era muy efectivo. Estos medicamentos incluían remedios naturales, como hierbas, aceites y minerales, así como tratamientos quirúrgicos, como amputación y cauterización.
Rituales religiosos :Los rituales religiosos también se utilizaban a menudo para tratar la lepra en la época medieval. Estos rituales incluían oración, ayuno y unción con óleo sagrado.
La lepra era una enfermedad devastadora en la época medieval y no se conocía ninguna cura. Sin embargo, los tratamientos que se utilizaron ayudaron a controlar los síntomas y prevenir la propagación de la enfermedad.