La fuerza de la cerveza medieval variaba, pero en general era más débil que la cerveza moderna. Esto se debía al hecho de que la levadura utilizada en la época medieval era menos eficaz para convertir el azúcar en alcohol. El sabor de la cerveza medieval también difería del de la cerveza moderna, ya que normalmente era más ácida y menos amarga. Esto se debía al uso de diferentes tipos de lúpulo, así como al hecho de que la cerveza a menudo no se hervía.
A pesar de las diferencias entre la cerveza medieval y la cerveza moderna, ambas bebidas jugaron un papel importante en la sociedad medieval. La cerveza era una bebida popular entre todas las clases de personas y, a menudo, se utilizaba como forma de pago. También era una parte importante de las ceremonias religiosas y, a menudo, se utilizaba para celebrar ocasiones especiales.