Sin embargo, el Hermano Pule y su movimiento religioso, se convirtieron en una amenaza para los gobernantes blancos debido a su influencia ideológica entre los africanos, promoviendo valores como la lucha por los derechos a la tierra, el anticolonialismo y el uso de lenguas y costumbres africanas.
Murió en mayo de 1842 mientras aún estaba encarcelado porque temían nuevas insurrecciones y rebeliones que pusieran en peligro el poder colonial de aquellos tiempos.