Los esclavos mayas generalmente se obtenían mediante la guerra o el comercio, y a menudo provenían de otros grupos étnicos o territorios conquistados. Se consideraban propiedad de sus dueños y no tenían derechos ni personalidad jurídica. Los esclavos a menudo eran marcados o tatuados para indicar su estatus y, en ocasiones, eran sometidos a malos tratos y abusos.
La vestimenta que vestían los esclavos mayas variaba según la región y las tareas específicas que realizaban. En general, los esclavos vestían taparrabos o túnicas sencillas y, a menudo, andaban descalzos. También pueden haber usado sandalias u otras formas de calzado para proteger sus pies mientras trabajaban.
En algunos casos, los esclavos mayas debían usar ropa distintiva que indicara su estatus. Por ejemplo, en la región de Yucatán, a los esclavos varones a veces se les exigía que usaran un tipo especial de taparrabos que estaba hecho de un material áspero y tenía una franja roja que recorría el centro. A las esclavas de la misma región a veces se les exigía que usaran un vestido hecho de un material similar, y es posible que también se les exigiera que usaran un velo.
La ropa que usaban los esclavos mayas reflejaba su bajo estatus en la sociedad. No se esperaba que se vistieran de la misma manera que los mayas libres, y no se les permitía usar ropa y joyas elaboradas reservadas para la clase élite.