Aprovechando que el 24 de julio fue el Día Internacional de la Arqueología, qué mejor homenaje revisar la trayectoria del proyecto de investigación arqueológica. Del papel y el lápiz, al pico o cincel .
Y es que el trabajo del arqueólogo no sólo está en el campo; hay que empezar por recluirse en archivos, bibliotecas o ayuntamientos para revisar las distintas fuentes escritas que pueda presentar evidencia de la existencia de algún depósito . Algunas de estas fuentes son de autores clásicos que localizan ciudades o tumbas relevantes en un espacio específico, o a partir de cartas arqueológicas que muestran yacimientos descubiertos, excavados o no. Entonces, es imprescindible consultar las fichas geográficas actual y pasado para poder colocarlos en un espacio determinado.
Cuando el gabinete funciona Termina, y nuestras sospechas se confirman en cierta medida por escrito, es cuando debemos materializar nuestra hipótesis de partida. . Nuestra hipótesis cambiará dependiendo del curso de acción, y es algo que hay que asumir lo antes posible.
Por tanto, tras formular nuestra primera idea sobre lo que buscamos y en consecuencia, lo que queremos encontrar , sólo tenemos que conseguir un equipo especializado y un promotor o entidad pública que apoye nuestro proyecto. Con todo esto y una organización del trabajo apropiado… ¡Estamos en el camino correcto!
Una vez situado nuestro depósito en un espacio determinado, llega el momento de pisar tierra para comprobar a priori que nuestra hipótesis se acerca a lo propuesto. A esto se le llama prospección , un método cada vez más utilizado y que en próximas entradas del blog veremos su relevancia en la arqueología del futuro .
Si la prospección da luz verde … viene la parte más compleja:excavación . Recordando la definición de Renfrew y Bahn, cabe añadir que la excavación es la forma destructiva recuperar contextos históricos. Por tanto, son únicos y, en consecuencia, irreversible.
Para proceder a la excavación es necesario tener en cuenta la formación del suelo , porque definirá el estado del depósito y lo que contiene. Así que nuestra clave será la estratigrafía .
La estratigrafía es algo intrínseco en la propia definición de Arqueología como disciplina científica , y las diferentes tendencias en la aplicación del método han dado importancia tanto al plano horizontal (contexto) en cuanto a vertical (tipología). Uno de los pioneros en atender el orden del suelo fue Pitt-Rivers A mediados del siglo XIX, un exmilitar seguidor de Darwin, estableció la minuciosidad en la recopilación del registro arqueológico para poder comprobar su evolución artística dentro de un contexto cultural (hay un museo que lleva su nombre en Oxford).
Décadas más tarde, Mortimer Wheeler revolucionó el paisaje arqueológico al colocar la estratigrafía al mismo nivel de importancia que los contextos horizontales. Para ello creó una forma diferente de trabajar basado en una organización espacial de la obra en grillas creadas con testigos estratigráficos . Según las capas de la tierra se registró la evidencia arqueológica y hasta que no se terminó la excavación no se destruyeron los testigos para ver el contexto en la zona.
Hasta mediados del siglo XX, el método de excavación fue una herramienta para conocer la evolución y cronología del registro material encontrado, que estaba vinculado a un pueblo o comunidad específica. Pero todo esto cambia de la mano de Ian Hodder, utilizando un depósito único:Çatal Höyük.
El método científico y estratigráfico encontró una razón. El cambio teórico sufrido por la Arqueología en esta época supuso un cambio en la propia práctica arqueológica. El postprocesualismo Creó la “excavación de área”, un método utilizado para comprender el contexto y no el objeto. Este método sobrevivió junto con el Wheeler, aunque finalmente se impuso a él.
Lo cierto es que dependiendo del tipo de depósito Ya sea húmedo, seco o derivado de una única catástrofe natural, el método a desarrollar será diferente. Un caso cercano y por el que la arqueología agradece es Pompeya , un sitio óptimamente conservado por estar enterrado bajo ceniza volcánica . Este hecho significó una preservación de la ciudad romana en extraordinarias condiciones. El modo de excavación en este caso fue particular, por ejemplo los cuerpos de los habitantes de la ciudad fueron recuperados en moldes de yeso . En el número 2 de Arqueología e historia "Los inframundos de Roma", se puede encontrar un artículo sobre la prostitución en la ciudad sepultada por las cenizas volcánicas, un ejemplo de la información que se pudo encontrar en este yacimiento gracias a su conservación.
Los métodos utilizados hasta ahora no son perfectos y no existe una metodología única y universal en arqueología, pero malas prácticas. La improvisación en este trabajo es clave, como mencionamos anteriormente, la hipótesis de partida cambiará según las necesidades del yacimiento; de lo contrario, lainterpretación estará lejos de la realidad.
Por último, cuando el trabajo de oficina nos ha ofrecido una hipótesis de partida, el material ha sido recogido exhaustivamente, el método de excavación ha sido adecuado al contexto que se está excavando, el equipo ha sido competente y se han aprovechado con gusto las pausas para el sándwich. de; el siguiente paso será laboratorio y análisis . La interpretación de los resultados es el objetivo principal de nuestro trabajo. Es momento de llamadas telefónicas a compañeros de profesión para dudas, consultas en puestos de trabajo de similares características… en definitiva, es momento de volverse loco.
Y después de esa locura temporal , todas las preguntas tendrán una respuesta más o menos aproximada, se pondrán por escrito y gráficamente las pruebas encontradas para finalmente exponer a la sociedad el resultado final, como único y principal objetivo de nuestro estudio.
Del arqueólogo a la sociedad:por y para ella…
Bibliografía:
RENFREW. C, BAHN. P (2011):Arqueología. Teorías, métodos y prácticas . Madrid:Akal.