Científicos del Museo Nacional de Eritrea y de la Universidad Romana de La Sapienza anunciaron en 2016 el descubrimiento de lo que podrían ser los rastros más antiguos de Homo Erectus. , fechado hace 800.000 años.
Las huellas pertenecen a varios individuos que los investigadores creen que estaban cazando animales en el momento en que fueron impresas, ya que junto a ellas aparecen rastros de lo que parece ser un tipo de gacela.
El Homo Erectus es uno de los ancestros del ser humano moderno, que apareció hace casi dos millones de años en el este de África, y que posteriormente se extendería por Europa y Asia. Según los registros fósiles, sus cuerpos tenían un tamaño proporcional muy similar al nuestro, lo que indica que estaban especialmente adaptados a la vida en la tierra y no en los árboles.
La especie se extinguió con la aparición de nuevos homínidos y la posterior llegada del Homo Sapiens. , hace unos 200.000 años.
Según el director de la investigación, Alfredo Coppa, las huellas descubiertas permitirán a los científicos conocer más sobre la configuración del cuerpo del Homo Erectus, su manera de caminar y sus interacciones sociales, y al mismo tiempo obtener información sobre la evolución de humanos modernos.
Las huellas muestran las marcas de los dedos de los pies en detalle y un marcado arco longitudinal, características igualmente distintivas del pie humano actual. Fueron encontrados sobre una losa de piedra, originalmente debieron ser sedimentos arenosos en la orilla de un gran lago, endurecidos después de la inmersión y enterrados bajo varias capas más de sedimentos a lo largo de milenios.
Estas no son las primeras huellas de homínidos descubiertas, ya que ese honor corresponde a las del Australopithecus afarensis encontrado en Tanzania, que data de hace más de 3,5 millones de años. La importancia de este descubrimiento radica en que se sabe con certeza que las huellas corresponden a Homo Erectus, ya que era la única especie que habitaba la zona. En otros descubrimientos similares, la convivencia de otras especies como el Homo Habilis dificulta distinguir a qué especie pertenecían.