Descubrimientos arqueológicos

Bebedores de leche y carnívoros del Neolítico

Un gran estudio ha demostrado dietas muy diferenciadas entre las poblaciones agrícolas y ganaderas de Europa occidental hace 7.500 años.

Bebedores de leche y carnívoros del Neolítico

El análisis molecular de los residuos de alimentos encontrados en la cerámica (en este caso, las de Verson, en Francia) permitió determinar qué tipo de alimentos se consumían en el norte y en el sur.

Este artículo es de la revista Sciences et Avenir n°880, de junio de 2020 "Covid-19:lo que sabemos y lo que aún nos queda por descubrir ".

¡Carne en el sur, leche en el norte! Ésta es la sorprendente línea divisoria trazada por un estudio de cinco años que se centró en la evolución de los patrones de consumo de alimentos entre las poblaciones de agricultores y criadores que llegaron a Europa occidental hace unos años. 7.500 años. El estudio se basó en el análisis molecular de residuos de alimentos conservados en más de 246 piezas de cerámica recogidas en 24 yacimientos de excavación repartidos por toda la costa europea, desde la Península Ibérica hasta el Báltico occidental, según informa la revista Current Anthropology.

Lo ha llevado a cabo un equipo liderado por Miriam Cubas Morena, prehistoriadora de las universidades de York (Reino Unido) y Oviedo (España) que examinó los rastros de lípidos (grasas) consumidos por estas primeras poblaciones agropastoriles. Se ha descubierto que los residuos de productos lácteos (quesos, requesones, etc.) son especialmente frecuentes en la cerámica de las Islas Británicas, Francia o incluso del Báltico occidental. Son más raros en lo que hoy es España y Portugal, lo que sugiere que allí se criaban cabras (ovejas y cabritos) con preferencia por su carne. El consumo de leche era mucho menor allí que en latitudes más altas, en Irlanda, Gran Bretaña o Normandía. Una observación inesperada.

Diferencias en la dieta que podrían explicar las de tolerancia a la lactosa

"Los agricultores neolíticos que colonizaron las regiones más duras del norte pueden haber encontrado en la leche de vaca, rica en vitamina D y grasa, los beneficios nutricionales que necesitaban" , explica Gregor Marchand, prehistoriador, director de investigaciones del CNRS y profesor de la Universidad de Rennes-I, coautor del artículo. Los autores también creen que estas diferencias dietéticas podrían explicar por qué la tolerancia a la lactosa en los adultos es ahora mayor entre las poblaciones del norte de Europa que entre las del sur.

Poca evidencia sobre productos del mar

Aún más sorprendente es que los residuos culinarios del Neolítico hayan proporcionado poca evidencia del consumo de alimentos de origen marino en las zonas costeras donde, sin embargo, el mar proporcionaba abundantes recursos. Y esto mientras las poblaciones de cazadores-recolectores-pescadores del período Mesolítico, unos 2500 años antes, consumían pescado y mariscos en cantidad. La única excepción fueron las poblaciones agrícolas del Báltico occidental, donde los productos pesqueros competían con los productos lácteos. Sin embargo, los investigadores se muestran cautos:"En las regiones atlánticas, los recursos marinos pueden haber sido transformados por otros procesos de cocción" , y se perdió el rastro, explica Gregor Marchand.