Sus manos curativas eran grandes como sartenes:Tamme Hanken, de Frisia Oriental, fallecida hace cinco años, era quiropráctico de caballos y originario del norte de Alemania. Sus fans lo conocían como "XXL East Frisian" y "Bone Crusher".
Tamme Hanken era un hombre de verdad y llamaba la atención, no es de extrañar teniendo en cuenta su majestuosa altura de 2,06 metros y sus 160 kilogramos de peso corporal. En la ciudad de Filsum, en Frisia Oriental, el quiropráctico equino, fallecido el 10 de octubre de 2016 a la edad de 56 años, dirigía un centro de rehabilitación para animales enfermos y heridos. Gracias a sus habilidades, el "triturador de huesos" se hizo conocido mucho más allá de la región. Sus conocimientos sobre caballos eran incluso solicitados entre la familia real inglesa y los jeques árabes. A partir de 2008, el público de la NDR conoció a Hanken también como "XXL-Ostfriesen". En el programa del mismo nombre, el gigante explicó cómo y dónde cura con las manos.
Quiropráctico equino Hanken:sentir, ver y oír
Los caballos eran la gran pasión de Tamme Hanken, pero otros pacientes animales también acudían a él en busca de tratamiento. Con sus manos del tamaño de sartenes casi podía sentir los nervios de un animal enfermo. Para ello utilizó métodos poco convencionales:por ejemplo, comprobó sus reflejos con un abridor de cerveza. Pero él observó y escuchó con atención. Con solo oír, Tamme Hanken podía distinguir qué pierna estaba coja por el paso de un caballo. En una entrevista, Hanken dijo a NDR:"Para mí es divertido doblar un toro o un hámster y obtener los mismos resultados".
Tamme Hanken:"Los animales son más honestos"
Tamme Hanken heredó de su abuelo la capacidad de curar con las manos. "Cuando toco algo, aparecen imágenes. Escaneo y siento. Temperatura, olfato. Mirar, sentir. Ése es el arte de romper huesos", describió el arte de curar. Pero, por supuesto, también necesitaba mucho instinto y cierto talento para este trabajo. Casi todos los sábados organizaba una jornada de duelo en su finca. Ya sean caballos, perros, gatos o cabras, Hanken intentó ayudar a todos. También acudía gente a su consulta, no pocas veces por malas posturas. Pero trabajar con animales se volvió cada vez más divertido para Hanken. Su razonamiento:"Porque los animales son más honestos."
Para muchos dueños de mascotas, el gentil gigante era la última esperanza. A su granja acudían de toda Europa para que volviera a galopar los caballos cojos. Pero Hanken también viajó por el mundo para ayudar y sanar. Incluso visitó a pacientes en Estados Unidos, Australia y Mongolia. The Horse Whisperer ha tocado a personas de todo el mundo.
La viuda Carmen Hanken continúa dirigiendo el Hankenhof
El 10 de octubre de 2016, Tamme Hanken, conocida como "XXL-Ostfriese" y "Bonebreaker", murió inesperadamente de un ataque al corazón. Carmen, la viuda de Tamme Hanken, que sigue dirigiendo el Hankenhof, sigue permitiendo que la gente participe en la vida del Hankenhof a través de su página de Facebook. "Ahora agradezco que el Hankenhof pueda seguir siendo mi hogar y el de nuestros animales", escribió Carmen Hanken en el aniversario de la muerte de su marido. "Que puedo vivir aquí y seguir haciendo mi/nuestro trabajo:ayudar a los animales."