Diego Fernández de Córdoba, primer marqués de Guadalcázar y XIII Virrey del Perú . Nació en Sevilla en 1578. Hijo de Francisco Fernández de Córdoba y Portocarrero, veinticuatro del concejo de Córdoba, y de doña Francisca Melgarejo de las Roelas. Fue caballero de la Orden de Santiago y caballero de cámara del rey Felipe III, quien precisamente en 1609 le premió con la dignidad de marqués. Casó con doña Mariana Riederer de Paar, de ilustre estirpe germánica. En su compañía se trasladó a México en 1612 para asumir las funciones de virrey; su gobierno de ocho años en aquel territorio lo desarrolló con excepcional habilidad y plausible asiduidad, razones por las cuales mereció el 22 de agosto de 1620 el ascenso a los cargos de virrey, gobernador y capitán general del Perú y presidente de la audiencia. de lima . Fue por cierto la sexta vez que un presidente iniciado en las delicadas tareas gubernamentales en la Nueva España era trasladado a nuestro país. Guadalcázar realizó el acostumbrado desembarco en Paita y realizó su entrada solemne a la metrópoli del Rímac el 25 de julio de 1622, festividad de Santiago Apóstol.
Término como virrey
Durante la administración de este virrey, se produjo el ingreso al Pacífico, el 8 de mayo de 1624, de la escuadra dirigida por el corsario holandés Jacques l'Hermite Clerk, al frente de once barcos con 294 cañones y más de 1.600 hombres, que fondeado en el Callao con intención de saquearlo; pero las oportunas medidas tomadas en la capital permitieron reclutar veinte mil hombres, incluidos clérigos, para la defensa del reino. Los enemigos extranjeros fueron rechazados en diversas escaramuzas y, tras la muerte de l'Hermite en la isla de San Lorenzo, a consecuencia de una disentería, decidieron retirarse. Entre algunas ordenanzas curiosas dadas por este gobernante está la referente al traje de los cubiertos, cuyo uso intentó prohibir sin éxito en 1624, y la que prohibía a los seculares utilizar la mula para montar. El 31 de diciembre de 1625, el marqués de Guadalcázar presidió un auto de fe en el que la Inquisición quemó a dos judaizantes portugueses y castigó al "bendito" Lima del círculo de Santa Rosa, acusado de "iluminadismo".
Don Diego Fernández de Córdoba patrocinó la fundación del monasterio de Santa Clara en la capital del virreinato, así como la construcción en el arrabal de San Lázaro de grandes almacenes para albergar los bozales negros . También por esta época quedó terminada la fábrica de la sobria catedral de Lima, diseñada por el arquitecto Francisco Becerra. Se reconstruyó el pueblo de Moquegua, con el nombre de Santa Catalina de Guadalcázar, y en Potosí se produjeron las notorias alteraciones entre los partidos de vascos y de vicuñas (extremeños y andaluces). El virrey Guadalcázar estaba muy comprometido con su trabajo y desempeño de sus funciones, como lo demuestra el hecho de que había recopilado colecciones de oficios, consultas, informes y notas sobre las cosas y acontecimientos ocurridos en México y Perú. Gobernó este último país durante seis años y medio, hasta el 14 de enero de 1629. Después regresó a España y se retiró a vivir en el palacio que había construido durante su prolongada ausencia en la villa de Guadalcázar, cabeza de su señoría, para a cuatro leguas de Córdoba. Aquí murió el 6 de octubre de 1630, a la edad de 52 años .