Algunas personas creen que Jesucristo fue un hombre del Medio Oriente y basan esta creencia en el hecho de que nació en Belén, que se encuentra en el actual Israel. Los hombres del Medio Oriente suelen tener cabello y ojos oscuros y, a menudo, tienen la piel aceitunada.
Otros creen que Jesucristo fue un hombre europeo y basan esta creencia en el hecho de que el cristianismo se extendió por toda Europa en los primeros siglos después de su muerte. Los hombres europeos suelen tener cabello y ojos claros y, a menudo, tienen la piel clara.
Otros más creen que Jesucristo fue una figura universal y no creen que tuviera ninguna apariencia física específica. Creen que Jesucristo es un ser espiritual y que su apariencia física no es importante.
En última instancia, la cuestión de cómo era Jesucristo es una cuestión de creencia personal. No existe una única respuesta correcta y cada persona tiene derecho a tener su propia opinión.