Por otro lado, algunos historiadores sostienen que la imagen negativa del rey Juan puede atribuirse en parte a sesgos en las fuentes históricas, influenciados por adversarios políticos influyentes durante y después de su reinado. Sugieren que las acciones de Juan no fueron del todo equivocadas y deberían examinarse dentro del contexto de su contexto histórico.
En general, las evaluaciones modernas del rey Juan están divididas:muchos lo consideran un gobernante débil y despótico responsable de la agitación política, mientras que otros reconocen complejidades y matices en su reinado que influyeron en las percepciones históricas.