Entre las primeras aplicaciones de la ciencia eléctrica se encontraba la invención del telégrafo iniciar una nueva era, la de la globalización. Es el francés Claude Chappe quien desarrolló el telégrafo semafórico a finales del siglo XVIII. Este sistema de transmisión de mensajes, primero óptico, se volverá eléctrico unas décadas más tarde, por iniciativa del estadounidense Samuel Morse. Se abolen las distancias y el tiempo se vuelve universal. Entre técnica y política, los ingenieros telegráficos lograron hacer de la comunicación una causa común para la humanidad. Las líneas cruzan las fronteras y en 1865, veinte Estados europeos crean en París la Unión Telegráfica Internacional
Telégrafo de Chappe
Inaugurado en 1794 entre París y Lille, el telégrafo aéreo de Chappe puede considerarse la primera red telegráfica moderna. Es cierto que la comunicación a distancia se remonta a mucho antes de la Revolución Francesa. Pero el sistema desarrollado por el ingeniero francés Claude Chappe se presenta como el primer sistema comparable a los telégrafos eléctricos actuales. Se trataba de un sistema de telegrafía óptica, formado por un mástil móvil que llevaba brazos articulados. La comunicación se realiza mediante señales emitidas por los brazos y reproducidas por cada operador hasta el destino. Al establecer un código para transmitir mensajes complejos, Chappe tenía la ambición de cubrir toda Francia con esta red.
Morse y la invención del telégrafo eléctrico
En el siglo XIX, el desarrollo de la electricidad permitió a un estadounidense llamado Samuel Morse inventar un nuevo sistema de transmisión de mensajes que sustituiría al de Cope. Sin embargo, nada podría haber hecho creer que Morse lograría tal avance tecnológico. Pintor de formación, Samuel Finley Morse Siempre ha estado interesado en la electricidad, de la que en aquel momento no se sabía mucho.
En 1829, viajó a Europa para completar su educación artística y permaneció allí durante tres años. En el barco que lo lleva de regreso a Estados Unidos, escucha una conversación sobre el electroimán que acaba de inventar André-Marie Ampère. Entonces tuvo la idea de fabricar un telégrafo eléctrico utilizando un código sencillo. Tan pronto como regresó, comenzó a trabajar en un prototipo, que se completó en 1835. Dos años más tarde, Morse se asoció con el mecánico Alfred Vail y logró hacer funcionar su telégrafo eléctrico. En 1838, Morse desarrolló el famoso "código Morse", formado por líneas y puntos separados por espacios. Tras varios intentos, finalmente consigue el apoyo del Congreso de Estados Unidos, que le asigna 30.000 dólares para construir una línea telegráfica experimental entre Washington y Baltimore.
El primer telegrama
El 24 de mayo de 1844, Morse envió su primer telegrama desde la Corte Suprema de Estados Unidos. El mensaje entonces transmitido es:“Lo que Dios obró” (“Lo que hatli Dios obró”). Poco después, el sistema desarrollado por Samuel Morse es imprescindible en todo el mundo. En 1866, el tendido de un cable submarino en el Atlántico Norte redujo en unas horas la distancia de comunicación entre Londres y Nueva York.
A partir de la década de 1850 se diseñaron dispositivos que utilizaban los caracteres del alfabeto, y ya no un código de signos particulares. El sistema Hughes, patentado en Estados Unidos en 1855 y producido en París, permitía escribir un mensaje en un teclado de 28 teclas. El mensaje era impreso directamente por el receptor, gracias a un mecanismo de reloj sincronizado con el teclado del transmisor. El Hughes Telegraph tenía un rendimiento medio de 45 palabras por minuto. El sistema más eficiente fue desarrollado en Francia por Émile Baudot en 1874. El inventor imaginó un teclado de cinco teclas que permitía una entrada más rápida. De este modo aumentó la velocidad media a 60 palabras por minuto. El sistema Hughes y sus mejoras tuvieron mucho éxito y se utilizaron hasta principios de los años cincuenta.
Finalmente, la telegrafía dúplex, inventada en 1874 por Thomas Alva Edison, supuso otro hito en el desarrollo de la telegrafía. Permitió transmitir mensajes automáticamente en otra línea, sin la intervención de un operador.
El desarrollo de las líneas telegráficas...
La primera línea de telégrafo eléctrico comercial se tendió a lo largo de una vía ferroviaria en Inglaterra en 1838. Actualmente, la información viaja más rápido que los trenes. Más rápido que los hombres y sus vehículos, sin los cuales no podía viajar hasta entonces, excepto para embarcarse en una paloma o para señalar el humo, la luz o los movimientos del brazo del telégrafo semafórico Chappe, necesariamente al alcance de un alcance limitado. Esta propiedad del telégrafo eléctrico permite a los reguladores del tráfico ferroviario evitar colisiones y, pronto, a otros usuarios disfrutar de un enorme ahorro de tiempo. La transmisión de noticias se está acelerando fenomenal.
A mediados del siglo XIX, los ingenieros intentaron construir líneas telegráficas a través de los océanos. El primer enlace submarino fue la línea Dover-Calais, inaugurada en noviembre de 1852. Por otro lado, cruzar el Atlántico resultó más difícil. Después de un intento fallido en 1858, la primera línea se puso en servicio en 1866. Fue entonces el comienzo de un progreso que nunca se detuvo. El Reino Unido desarrolló así una red intercontinental extremadamente extensa, que a principios del siglo XX incluía cerca de 250.000 kilómetros de líneas telegráficas.
Los meses y las semanas se convierten en días y horas. Mientras que una carta tardaba quince días en cruzar el Atlántico Norte a vela o a vapor, un telegrama llega en pocas horas de Londres a Nueva York tras el tendido de un cable submarino en 1866. La invención de la telegrafía sin hilos (TSF) por Marconi en 1895 abre una nueva era de la comunicación:la de la radio.
... en el origen de la primera globalización
Más profundamente, sobre todo, la revolución del telégrafo se debe a la desincronización de los tiempos informativos y materiales, que opera a gran escala. Aumento vertiginoso de la productividad del transporte marítimo (los barcos permanecen atracados menos tiempo), innovaciones financieras y especulativas (el mercado de futuros del algodón se abrió en Nueva York en 1870; los tickers desplazan constantemente las cotizaciones bursátiles), la estandarización del tiempo universal (hora media de Greenwich):los principales Los ingredientes de una nueva globalización emergen con el telégrafo, transmitiendo sensaciones de inmediatez y globalidad características de la segunda mitad del siglo XIX.
Muchos incluso ven en el telégrafo la posibilidad de un gobierno mundial, mientras que en la práctica se impone como una herramienta diplomática y estratégica en el corazón de las relaciones de poder. Es en el Imperio Británico donde el telégrafo conocerá su hora de gloria. Desplegado por todo el imperio de la reina Victoria, y especialmente en la India, el telégrafo se consolidó como una herramienta diplomática y estratégica al acelerar las comunicaciones a largas distancias. Sirve en particular al imperialismo británico, al que permite retener a la India a pesar de una gran inferioridad numérica. No sin efecto de retroalimentación, ya que al mismo tiempo prepara el surgimiento de una opinión pública india, conectando localidades distantes ahora irrigadas por el mismo flujo de información... Una muestra de los efectos de Internet.
Bibliografía
- Historia de las telecomunicaciones en Francia, por Catherine Bertho. Eres, 1984. .
- La fabulosa historia de los inventos:del dominio del fuego a la inmortalidad. Dunod, 2018.