Un poste de madera utilizado para suspender dolorosamente a los sospechosos. La porra con la que golpeaban a los prisioneros en las plantas de los pies. Cables utilizados para tortura electroconvulsiva. Estas y otras exhibiciones de hace 30 años tienen como objetivo convencer a los turcos de que voten por una mayor democratización del sistema político.
El domingo, 30º aniversario del golpe militar, Turquía celebrará un referéndum sobre las enmiendas propuestas a la constitución . El partido gobernante sostiene que tienen como objetivo la eliminación parcial del legado autoritario del golpe de 1980. Al mismo tiempo, las enmiendas son necesarias para la continuación de las conversaciones sobre la membresía en la Unión Europea. El referéndum suscitó un animado debate porque los turcos lo tratan como un plebiscito de apoyo al Partido Justicia y Progreso, que está en el poder desde hace ocho años. Por otro lado, los militares consideran la votación un intento de asesinar su posición privilegiada. Según la Constitución de 1982, todavía vigente, son las fuerzas armadas las que desempeñan el papel de guardianas de la tradición estatal laica y republicana y tienen derecho a intervenir en caso de amenaza. Durante un debate público se inauguró en Ankara una exposición llamada "El Museo de la Desgracia", preparada por las víctimas de izquierda del golpe militar para ayudar a persuadir a los votantes a apoyar los cambios.
Según cifras oficiales, unas 650.000 personas fueron detenidas tras el golpe y 230.000 comparecieron ante tribunales militares. 49 acusados fueron ejecutados y otros 300 murieron en prisión, la mayoría de ellos como resultado de torturas. La exposición presenta dispositivos de tortura de esa época, así como cartas y fotografías de los condenados a muerte. Entre las piezas expuestas se encontraban, además de los dispositivos mencionados en la introducción, incl. una réplica de la horca en la que fue colgado Erdal Eren, un joven de 17 años condenado a muerte, cuya ejecución se convirtió para los turcos en un símbolo de un régimen opresivo.
La votación entre los partidarios de la democratización también provoca reacciones encontradas:muchos dicen que los cambios propuestos son puramente cosméticos. En el referéndum anterior de 2007 ya se logró obtener el apoyo público para la elección directa del presidente y acortar su mandato a cinco años.
Fuente: Noticias Fox