Dos economistas holandeses de la Universidad de Twente y de la Universidad británica de Kingston han descifrado un famoso modelo económico del siglo XVIII. Generaciones de científicos concluyeron que el 'Tableau Economique' de François Quesney (también conocido como 'el zigzag') está equivocado, pero el Prof. Dr. Bert Steenge y el Dr. Richard van den Berg ahora demuestran lo contrario.
Steenge y Van den Berg aportan la evidencia la primera semana de julio durante una conferencia en Estambul y en la revista científica ‘Journal of the History of Economic Thought’ que se lanzará pronto. Lo que los investigadores del MIT, entre otros, no lograron en la década de 1950 y Karl Marx en el siglo XIX, Steenge y Van den Berg lograron lograrlo.
François Quesnay, respetado pensador, economista y médico de su época, quiso demostrar hacia 1760 que Francia estaba quedando atrás de Inglaterra mediante un esquema de cálculo diseñado por él mismo, el “Tableau économique”. Tenía una forma maravillosa y completamente única (ver archivo adjunto), y se conocía como “zigzag”.
Todos coincidieron en que Quesnay tenía razón y que las cosas no iban bien para Francia. La pregunta, sin embargo, era si su método también era correcto y si efectivamente demostraba que las cosas salieron mal. Los contemporáneos de Quesnay no comprendieron su método. Karl Marx, tres cuartos de siglo después, tampoco lo ha aceptado.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el problema resurgió entre los economistas en el contexto de las cuestiones de la eficiencia del capitalismo y el comunismo. En ese contexto, se intentó trasladar el antiguo esquema a métodos contemporáneos. Ese era un problema en sí mismo. No fue hasta 1955 que a alguien del MIT de Boston se le ocurrió una transcripción que se ha hecho muy famosa. Concluyó que el esquema era incorrecto y posteriormente los investigadores llegaron a la misma conclusión. Desde entonces se ha escrito mucho al respecto, pero las conclusiones siguen siendo más o menos las mismas.
"Siempre me ha sorprendido la conclusión de que el enfoque no era bueno", afirma el profesor Bert Steenge de la Universidad de Twente. Quesnay fue un investigador extremadamente cuidadoso, además de un médico capaz, médico personal de Madame de Pompadour, la principal cortesana de Luis XV. He dedicado muchas horas al problema. Todo se redujo a encajar ciertos números en un cuadrado de 3 × 3 con totales de aristas determinados, es decir, una especie de cuadrado mágico.'
Inicialmente, Steenge tampoco pudo entenderlo, hasta que conoció en una conferencia al Dr. Richard van den Berg, un historiador económico holandés de la Universidad de Kingston en Inglaterra. Steenge:“Trabajó en Londres y obtuvo su doctorado sobre viejos pensadores franceses. Luego revisamos juntos los textos antiguos y descubrimos que todos los intérpretes no habían leído correctamente un determinado pasaje. Para mí eso significaba que con ese conocimiento podía reproducir los números antiguos en términos de métodos contemporáneos. La conclusión fue clara:el viejo maestro francés de hace más de dos siglos tenía razón, y todos los comentaristas posteriores se han equivocado”.
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