"Hito de la división". La frase que Kyriakos Mitsotakis utilizó en su mensaje de Epifanía para describir a Ai Stratis "golpeó" a quienes la escucharon. A unos positivamente y a otros negativamente. Al parecer, ésta también era la intención del primer ministro.
Porque se trataba de la isla donde Kostas Varnalis, Dimitris Glinos, Manos Katrakis, Yiannis Ritsos, Menelaos Ludemis y miles de otros fueron exiliados como comunistas. Muchos anónimos, pero con no menos aportación en los momentos más importantes de las luchas sociales y de liberación, de preguerra y de posguerra.
En Ai Stratis, los regímenes del país de 1920 a 1962 exiliaron a quienes consideraban "peligrosos" para su soberanía. Principalmente los comunistas. Ya que esta fue la principal acusación contra quienes se encontraron en este lugar de martirio.
Esta isla fue utilizada como lugar de exilio por Ioannis Metaxas. El dictador que, según una declaración del actual Ministro de Asuntos Exteriores, Nikos Dendias, el 11 de febrero de 2016 en el Parlamento, "independientemente de su trayectoria histórica y de sus altibajos, es quien dijo "NO" al nazismo".
El ejemplo de Metaxas fue seguido tanto por los gobiernos ocupantes como por los primeros gobiernos de posguerra y posciviles. Cuando las persecuciones contra los comunistas alcanzaron su punto máximo. Con el "Estado de derecha" junto al paraestado y el "agente extranjero".
La intención de Kyriakos Mitostakis de no molestar a su partido ni a su audiencia política en su conjunto es completamente comprensible. Especialmente la extrema derecha de su partido. Esto último sería... inadmisible cuando 3 de sus principales representantes, Adonis Georgiadis, Makis Voridis y Thanasis Pleuris ocupan ministerios clave en el gobierno.
Pero nada justifica un intento tan cínico de reescribir la historia griega moderna. En términos, de hecho, de revisionismo neoliberal. Una tendencia que se ha observado de forma generalizada en los últimos años, representada por "think tanks" específicos del espacio político en cuestión.
Se sabe que un mensaje de un primer ministro no constituye un "informe relajado" y las palabras utilizadas en él nunca son aleatorias. Así que no estamos hablando de algún capricho fraseológico de un redactor de discursos en el Palacio Maximus. Al fin y al cabo, no olvidemos que fue Kyriakos Mitsotakis quien declaró hace unos años que un joven de 17 años no estaba interesado en el asesinato de Lamrakis y lo ocurrido en 1963.
Pero tal vez no debería sorprendernos lo ocurrido. Un primer ministro que intenta convencernos de que con 50.000 casos de Covid 19 al día "todo está bien" y simplemente tendremos algunas "ondulaciones", obviamente quiere configurar el presente como él desea.
¿Permanecerá en el pasado y en la memoria histórica?
PD:Alguien que dice haber sido un "exiliado político" en París no debería cometer tal "error". ¿No es así?
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