Bessie Coleman era una católica devota. Su fe era muy importante para ella y a menudo atribuía su éxito a las bendiciones de Dios. Una vez dijo:"Rezo todos los días cuando me levanto y cada noche cuando me acuesto para poder ser un instrumento para difundir Su verdad en los rincones más oscuros del mundo".
Coleman también creía firmemente en la igualdad para todas las personas, independientemente de su raza o género. Se negó a actuar en espectáculos que presentaran estereotipos racistas y, a menudo, habló en contra de la segregación y la discriminación. Ella dijo:"Estoy tratando de mostrarle a mi gente que es posible que los negros logren cualquier cosa que sueñen".
Religión
Bessie Coleman se crió en un hogar cristiano. A pesar de las creencias religiosas de su familia, se convirtió al catolicismo después de casarse con William J. Powell en 1917.
La conversión de Coleman al catolicismo no cambió sus fuertes creencias en la igualdad y la justicia. Como mujer afroamericana de principios del siglo XX, se enfrentaba a la discriminación racial a diario. A pesar de estos desafíos, ella permaneció persistente y nunca abandonó sus sueños. Obtuvo su licencia de piloto en 1921 y se convirtió en la primera mujer afroamericana y nativa americana en convertirse en piloto.