1. Estableció un código legal basado en el Corán. Este código enfatizó la importancia de la justicia y la igualdad para todos los ciudadanos, independientemente de su religión, etnia o estatus social. También prohibió el robo, el asesinato y otros delitos, y estableció un sistema de castigo para quienes infringieran la ley.
2. Promovió relaciones pacíficas con los países vecinos. Mansa Musa celebró tratados con estados vecinos, como Songhai y Ghana, para establecer fronteras claras y prevenir conflictos. También alentó el intercambio comercial y cultural entre diferentes países, lo que ayudó a generar confianza y entendimiento.
3. Apoyó el desarrollo de infraestructura. Mansa Musa invirtió mucho en la construcción de carreteras, puentes y otros proyectos de infraestructura para mejorar el transporte de mercancías y personas. Esto facilitó que la gente viajara y comerciara, lo que a su vez ayudó a promover la paz y la prosperidad.
4. Fomentó la educación y el aprendizaje. Mansa Musa fue un mecenas de las artes y las ciencias y fundó escuelas y universidades en Tombuctú y otras ciudades. Esto ayudó a difundir el conocimiento y la cultura por todo el Imperio de Malí, lo que contribuyó al desarrollo de una sociedad más ilustrada y tolerante.
5. Practicaba la tolerancia religiosa. Mansa Musa era un musulmán devoto, pero también respetaba las creencias religiosas de los demás. Permitió que cristianos, judíos y otros grupos religiosos practicaran su fe libremente, lo que ayudó a crear un sentido de unidad y armonía dentro del imperio.
6. Fomentó el crecimiento económico. Las políticas de Mansa Musa de promoción del comercio, el desarrollo de infraestructura y la educación contribuyeron al crecimiento económico del Imperio de Malí. Este aumento de riqueza ayudó a reducir la pobreza y la desigualdad, lo que a su vez hizo menos probable que la gente recurriera a la violencia para resolver sus problemas.