El asunto Haymarket fue un período de violencia y malestar laboral que tuvo lugar en Chicago a finales del siglo XIX. Los hechos culminaron con el atentado de Haymarket el 4 de mayo de 1886, que mató e hirió a decenas de personas y provocó el arresto de ocho anarquistas. El juicio y posterior ejecución de cuatro de los anarquistas se convirtió en un momento decisivo en la historia de las relaciones laborales y las libertades civiles en Estados Unidos.
Cronología
El asunto Haymarket comenzó en mayo de 1886, cuando los trabajadores de Chicago organizaron una huelga general para exigir la jornada laboral de ocho horas. El 3 de mayo se celebró una protesta pacífica en Haymarket Square, pero se tornó violenta cuando se arrojó una bomba contra la multitud de manifestantes y agentes de policía. El tumulto resultante dejó varias personas muertas y heridas, y ocho anarquistas fueron arrestados y acusados de asesinato.
El juicio a los anarquistas comenzó en junio de 1886 y duró varios meses. La fiscalía presentó pruebas que vinculaban a los acusados con el lanzamiento de la bomba, mientras que la defensa argumentó que eran inocentes y que la policía los había incriminado. El juicio fue ampliamente publicitado y se convirtió en un espectáculo nacional, con muchas figuras destacadas interviniendo en el caso.
En agosto de 1886, el jurado llegó a un veredicto y declaró a los ocho acusados culpables de asesinato. Siete de los acusados fueron condenados a muerte, mientras que uno fue condenado a 15 años de prisión. El veredicto provocó indignación y protestas en todo el país, y muchos pidieron clemencia para los condenados.
Sin embargo, la Corte Suprema de Illinois confirmó las condenas en 1887 y cuatro de los anarquistas fueron ejecutados en la horca el 11 de noviembre de 1887. Los tres anarquistas restantes finalmente fueron indultados en 1893 después de pasar varios años en prisión.
Heredado
El asunto Haymarket tuvo un profundo impacto en el movimiento laboral y las libertades civiles en Estados Unidos. La ejecución de los cuatro anarquistas solidificó su condición de mártires del movimiento obrero y sus muertes se convirtieron en un grito de guerra por los derechos de los trabajadores y la justicia social. El asunto también llevó al establecimiento del 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores, que se celebra en todo el mundo para conmemorar las luchas y los logros de los trabajadores.