1. Ingenuidad y credulidad: Benedick es retratado como un personaje relativamente ingenuo y crédulo. Inicialmente desconoce el complot ideado por Don Pedro y sus amigos para engañarlo haciéndole creer que Beatriz está enamorada de él. La confianza de Benedick en sus compañeros lo hace susceptible a sus manipulaciones.
2. Deseo de amor y validación: Benedick, a pesar de su demostración exterior de desinterés por el amor y el matrimonio, secretamente anhela compañía y afecto. Su deseo de ser amado y apreciado lo hace vulnerable a la idea de que Beatrice pueda sentir lo mismo por él. Este anhelo emocional nubla su juicio y lo hace más susceptible al engaño.
3. Influencia de los amigos: Benedick tiene en alta estima a sus amigos y valora sus opiniones. Cuando Don Pedro, Leonato y Claudio transmiten unánimemente su creencia de que Beatriz lo añora, él comienza a dudar de su escepticismo inicial. La influencia de sus amigos de confianza anula sus propias facultades críticas, lo que lo lleva a aceptar su versión de los hechos sin cuestionarlas.
4. Malinterpretación de la evidencia: Las conversaciones orquestadas y los encuentros escenificados por Don Pedro y sus amigos están diseñados para proporcionar evidencia circunstancial que respalde la afirmación del amor de Beatrice por Benedick. Benedick, en su afán por creer lo que quiere oír, malinterpreta estos casos como indicaciones genuinas de los sentimientos de Beatrice, solidificando aún más su creencia en el engaño.
La susceptibilidad de Benedick a las reflexiones de sus amigos resalta sus debilidades humanas, incluido su deseo de amor, su confianza en los demás y su tendencia a dejarse influenciar por opiniones externas. Estos factores se combinan para hacerlo vulnerable a la elaborada artimaña que se le utiliza en "Mucho ruido y pocas nueces".