La “paenula”, manto de viaje de los antiguos romanos
¿Cómo se vestían los antiguos romanos para viajar?
Consideremos primero que el viaje, En la antigüedad, no siempre era tan placentero y divertido como puede serlo hoy, ya que los medios disponibles eran los que eran, y a menudo se necesitaban días enteros, tal vez bajo una lluvia torrencial o bajo un sol abrasador, para alcanzar relativamente destinos cercanos. /p>
Los romanos, pragmáticos en todos los aspectos de la vida, utilizaban ropa de viaje especial si era necesario, diseñado para permitir el máximo confort durante el viaje y una amplia libertad de movimientos.
Para afrontar los viajes más largos y estresantes, la prenda típica era la laena. una túnica breve a la que se sumaba, en los meses más fríos, la paénula (en foto ) o caracalla talaris con cucullus, un manto amplio y envolvente de lana gruesa con capucha, imprescindible para protegerse del frío, la lluvia y el viento.
Para los viajes de verano se usaba un sombrero de ala ancha para protegerse de los rayos del sol y del calor.
Los zapatos de viaje Por lo general, eran bajos, cerrados y atados con cordones alrededor de los tobillos.
Las maletas de los romanos no eran más que robustas alforjas de cuero o tela, que se colgaban de la silla del caballo o mula, los animales con los que se movía, en cambio el marsupio se trataba de una pequeña bolsa que se sujetaba al cinturón y que servía para guardar monedas o, en ocasiones, joyas.