- Aumento de la participación en la fuerza laboral. Durante la guerra, muchas mujeres habían ingresado a la fuerza laboral para reemplazar a los hombres que luchaban. Después de la guerra, muchas de estas mujeres continuaron trabajando, a pesar de la presión social para regresar a casa. Esta mayor participación en la fuerza laboral tuvo un impacto duradero en la economía estadounidense y ayudó a abrir nuevas oportunidades para las mujeres.
- Mayores oportunidades laborales. Antes de la guerra, las mujeres estaban en gran medida confinadas a unas pocas ocupaciones, como la enseñanza, la enfermería y el trabajo de secretaría. Después de la guerra, las mujeres comenzaron a ingresar en una gama más amplia de ocupaciones, incluidos empleos profesionales, gerenciales y obreros. Esta expansión de las oportunidades ocupacionales se debió en parte a las habilidades y experiencia que las mujeres habían adquirido durante la guerra.
- Salarios más altos. Durante la guerra, las mujeres ganaban el mismo salario que los hombres por el mismo trabajo. Después de la guerra, esta paridad comenzó a erosionarse, pero las mujeres todavía ganaban salarios más altos que antes de la guerra. Este aumento de los salarios ayudó a mejorar la situación económica de las mujeres y sus familias.
Impactos negativos
- Discriminación y segregación. A pesar de los avances que las mujeres habían logrado durante la guerra, todavía enfrentaban discriminación y segregación en el lugar de trabajo. A menudo se les pagaba menos que a los hombres por el mismo trabajo y no se las ascendía a puestos de alto nivel. Además, las mujeres a menudo eran segregadas en "trabajos de mujeres" que se consideraban menos importantes y peor remunerados que los "trabajos de hombres".
- Pérdida de empleos. Cuando terminó la guerra, muchas mujeres fueron despedidas de sus trabajos cuando los hombres regresaron del ejército. Esta pérdida de empleo fue particularmente grave para las mujeres de color, que a menudo eran las últimas en ser contratadas y las primeras en ser despedidas.
- Regreso a los roles tradicionales. A pesar de los avances que las mujeres habían logrado durante la guerra, todavía se esperaba que muchas regresaran a sus roles tradicionales como esposas y madres después de la guerra. Esta presión, combinada con los desafíos de encontrar trabajo, desanimó a muchas mujeres de seguir sus carreras.