Beringia sustentaba una variedad de vida vegetal y animal, incluidos mamuts, mastodontes, gatos con dientes de sable, osos de cara corta, bisontes gigantes de cuernos cortos, caballos, camellos y un grupo distintivo de ardillas terrestres gigantes. Estas especies pudieron cruzar de Asia a América del Norte y viceversa, así como de América del Norte a América del Sur cuando los niveles del mar fluctuaron, exponiendo el Puente Terrestre de Bering y creando una ruta para la migración. Otras especies que se encuentran en el puente terrestre incluyen renos, lobos, glotones, zorros árticos y bueyes almizcleros.
Es posible que algunas poblaciones humanas también hayan cruzado Beringia durante la última edad de hielo, aunque el momento y los detalles de estas migraciones siguen siendo inciertos. La evidencia arqueológica sugiere que la gente estuvo presente en Beringia hace al menos 12.500 años.
La desaparición de Beringia fue un proceso gradual que se produjo a medida que los glaciares se derritieron y el nivel del mar subió. Hace unos 14.000 años, el estrecho de Bering se inundó y el puente terrestre ya no era transitable. La inundación de Beringia marcó un cambio significativo en la geografía del hemisferio norte y tuvo profundos efectos en la distribución de especies vegetales y animales en América del Norte y Asia.