Durante los infames juicios de brujas de Salem, que ocurrieron en lo que hoy es Danvers, Massachusetts, en 1692 y 1693, 19 personas fueron ahorcadas por supuestamente practicar brujería. Los juicios fueron provocados por un grupo de mujeres jóvenes que acusaron a varios miembros de la comunidad de causarles daños sobrenaturales. Las pruebas contra los acusados a menudo se basaban en rumores y especulaciones, y muchas personas inocentes fueron finalmente condenadas y ejecutadas.
Los ahorcamientos normalmente se llevaban a cabo en público y, a menudo, asistían grandes multitudes. Por lo general, a los acusados se les daba una breve oportunidad de hablar antes de ser ahorcados. Después de la ejecución, los cuerpos fueron dejados colgados durante varios días como advertencia para los demás.
Los juicios de brujas de Salem finalmente llegaron a su fin después de que el sentimiento público comenzó a volverse contra los procedimientos. En 1693, el gobernador de la Colonia de la Bahía de Massachusetts concedió un perdón general a todos aquellos que habían sido acusados o condenados por brujería, y los juicios finalizaron oficialmente.