Para mantener el calor. Además de proteger la piel, los sombreros que cubrían la cara también ayudaban a mantener a las mujeres abrigadas en climas fríos. Esto era especialmente importante para las mujeres que vivían en climas del norte, donde los inviernos podían ser muy duros.
Para hacer una declaración de moda. Los sombreros que cubrían la cara también eran una forma para que las mujeres expresaran su estilo personal. Había muchos estilos diferentes de sombreros disponibles, cada uno con su propia apariencia única. Las mujeres podían elegir un sombrero que complementara su atuendo y las hiciera sentir seguras.
Para ocultar su identidad. En algunos casos, las mujeres usaban sombreros que cubrían la cara para ocultar su identidad. Esto podría deberse a varios motivos, como por ejemplo, para evitar ser reconocido por alguien a quien no quería ver o para protegerse de un ataque.