Reckless propuso que hay dos aspectos principales de la teoría de la contención:la contención interior y la exterior.
1. Contención interior :Esto se refiere a los valores, creencias y compromisos internos de un individuo que fomentan la conformidad con las normas sociales. Un fuerte sentido de contención interior ayuda a los individuos a resistir las influencias negativas y a mantener un comportamiento prosocial. Abarca factores como el autocontrol, los principios morales y el sentido de responsabilidad.
2. Contención exterior :Esto se refiere a los factores externos y las estructuras sociales que apoyan y refuerzan el comportamiento convencional. La contención externa incluye instituciones sociales como la familia, la escuela, los pares y las organizaciones comunitarias que brindan orientación y oportunidades para un desarrollo positivo. La contención exterior eficaz ayuda a las personas a desarrollar un sentido de pertenencia y propósito dentro de la sociedad.
Cuando la contención interna o externa es débil o inexistente, los individuos pueden volverse vulnerables a involucrarse en conductas delictivas y criminales. Esta vulnerabilidad puede surgir debido a diversos factores, tales como:
- Lazos familiares débiles: La falta de participación de los padres, la disciplina inconsistente y los conflictos familiares pueden socavar la contención interna.
- Influencias negativas de los compañeros: La presión de grupo y la asociación con compañeros delincuentes pueden debilitar la contención externa y fomentar comportamientos desviados.
- Falta de oportunidades: El acceso limitado a la educación, el empleo y las actividades sociales positivas puede forzar la contención tanto interna como externa, empujando a las personas a comportamientos delictivos.
- Condiciones sociales desventajosas: La pobreza, la discriminación y la desigualdad social pueden crear entornos que dificulten que las personas desarrollen una fuerte contención interior y exterior.
La teoría de la contención de Reckless enfatiza la importancia de los vínculos sociales y la integración como factores protectores contra la delincuencia. Destaca la necesidad de una crianza eficaz, relaciones positivas con los compañeros, acceso a la educación y a oportunidades, y entornos comunitarios de apoyo para fomentar el comportamiento prosocial y reducir la probabilidad de participación delictiva.