La peste también se puede transmitir a través del contacto con animales infectados o sus fluidos corporales, como sangre o saliva. Este tipo de transmisión es menos común, pero puede ocurrir si alguien entra en contacto con un animal infectado mientras caza, sacrifica o manipula sus restos.
En algunos casos, la peste se puede propagar a través del aire cuando alguien inhala gotitas respiratorias de una persona o animal infectado. Este tipo de transmisión es poco común, pero puede ocurrir en espacios abarrotados o mal ventilados.
La peste es una enfermedad grave, pero puede tratarse con antibióticos si se detecta a tiempo. Sin embargo, si la enfermedad no se trata, puede resultar mortal.