1. Funciones y expectativas limitadas:
Las mujeres eran vistas principalmente como esposas, madres y amas de casa. Se consideraba que su principal responsabilidad era gestionar las tareas del hogar y cuidar de sus familias.
2. Restricciones legales:
En muchas sociedades, las mujeres tenían derechos legales limitados. A menudo carecían de la capacidad de votar, poseer propiedades o tener control sobre sus finanzas de forma independiente.
3. Desigualdad en la fuerza laboral:
La participación de las mujeres en la fuerza laboral era limitada y enfrentaban importantes barreras a la igualdad salarial, oportunidades de avance y posiciones de liderazgo en comparación con los hombres.
4. Estereotipos sociales:
A menudo se retrataba a las mujeres como emocionales, intuitivas y protectoras, mientras que a los hombres se les veía como racionales, lógicos y dominantes. Estos estereotipos reforzaron los roles de género tradicionales.
5. Falta de reconocimiento:
Las contribuciones de las mujeres a la sociedad, como sus capacidades intelectuales, logros profesionales y logros en diversos campos, a menudo se pasaban por alto o se minimizaban.
6. Acceso limitado a la educación:
En muchas sociedades, las mujeres tenían un acceso limitado a la educación, en particular a la educación superior. Esto obstaculizó sus oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento personal.
7. Dominación masculina:
Los hombres ocupaban posiciones dominantes en las esferas política, económica y social, mientras que las mujeres estaban en gran medida excluidas de los procesos de toma de decisiones y de las posiciones de poder.
8. Normas de género estrictas:
La sociedad impuso rígidas normas de género, dictando cómo las mujeres debían comportarse, vestirse y comportarse. La desviación de estas normas a menudo se enfrentaba con desaprobación o incluso castigo.
9. Doble rasero:
Las mujeres se enfrentaban a expectativas sociales y normas morales diferentes a las de los hombres. A menudo se les exigía que cumplieran normas más estrictas de castidad y comportamiento sexual.
10. Violencia doméstica:
La violencia doméstica contra las mujeres era frecuente, pero a menudo se trivializaba o se consideraba un asunto privado. Los sistemas de apoyo y los recursos para las víctimas eran limitados.
Sin embargo, es importante señalar que hubo diferencias significativas en las experiencias de las mujeres según la clase, la raza, el origen étnico y la geografía. Algunas mujeres pudieron desafiar los roles de género tradicionales y lograr el éxito en los campos que eligieron, pero a menudo enfrentaron barreras y prejuicios importantes.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial provocaría cambios significativos en los roles y las percepciones sociales de las mujeres, a medida que asumieron nuevas responsabilidades y contribuyeron al esfuerzo bélico.