Francisco Pizarro se vio impulsado a explorar como resultado de su deseo de cumplir la directiva que le dio el rey Carlos I de España.
Riqueza y honor
La perspectiva de riqueza y estatus incitó a Pizarro a embarcarse en sus viajes de descubrimiento. Deseaba amasar riqueza, ganar notoriedad y ascender a una posición destacada.
Ambiciones personales
Pizarro albergaba ambiciones y motivaciones personales que influyeron en su deseo de exploración. Lo vio como una oportunidad para cumplir sus objetivos, establecer su legado y alterar su posición social.
Búsqueda de aventuras y descubrimientos
Pizarro poseía un hambre voraz de investigación y curiosidad por lugares y culturas desconocidos. Le intrigaba la oportunidad de explorar nuevos horizontes y adquirir conocimientos sobre zonas geográficas hasta ahora desconocidas.
Competencia con otros exploradores
La búsqueda de España por explorar y expandir sus territorios generó competencia con otras fuerzas imperiales de la época, como Portugal, Inglaterra y Francia. Pizarro creía que podía promover esta competencia y ayudar a España a descubrir territorios adicionales.
Es importante señalar que estas causas no son necesariamente excluyentes entre sí y que diferentes factores pueden haber contribuido a la decisión de Pizarro de explorar.