Violencia, acoso, insultos, palizas. Una identidad oculta y una vida de vergüenza. Ésta es la herencia que recibieron de sus padres los hijos polacos de soldados alemanes. El primer recuerdo de posguerra de Piotr Miczka, de Brożec, cerca de Krapkowice, que apenas tenía unos años después del fina